La Bioeconomía en las regiones y su impacto en el territorio

La Bioeconomía en las regiones y su impacto en el territorio

El potencial de la bioeconomía para contribuir al desarrollo territorial y a la dinamización de los ecosistemas regionales fue el eje de dos charlas simultáneas. 

En el Auditorio A, Atilio Castagnaro, investigador en biotecnología vegetal y director del Centro Científico Tecnológico CONICET NOA Sur, señaló la necesidad de articular la producción de conocimiento científico de institutos y universidades públicas que tienen raigambre en el territorio con las capacidades del sector privado. Ivana Cavigliasso, titular de la Cámara Argentina del Maní, explicó los modelos de economía circular con los que el sector genera energía y otros productos a partir de biomasa residual. Juan José Szychowski, presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate, describió el impulso a metodologías de cultivo amigables con el medio ambiente que además agregan valor a la actividad rural. Y Élida Formente, directora del Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF S.E.), delineó el impacto socioeconómico que supone la producción pública de cannabis medicinal en la provincia de Santa Fe. 

En el Auditorio B, Brigitte Van den Heede, investigadora del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico, enumeró las alternativas innovadoras que viene implementando una industria que genera grandes cantidades de biomasa desechable, y postuló el concepto superador de “parque científico tecnológico” en lugar de “industrial”, en función de procesos productivos pensados desde el inicio en términos de economía circular. Águeda Massa, bióloga responsable de un programa de valorización e innovación que lleva adelante el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, recorrió los avances de la llamada “bioeconomía azul” para el aprovechamiento sostenible del recurso marino. Y Alejandro Brown, presidente de la Fundación ProYungas, defendió la premisa de que el desarrollo productivo asegure la preservación de bienes y servicios ambientales, apuntando a la oportunidad que tiene la Argentina de construir un modelo económico sustentable de protección de la biodiversidad.